¿No tienes tiempo para un cuidado intensivo de la piel? Todavía puedes cuidarla haciendo lo básico. Un buen cuidado de la piel y un estilo de vida saludable pueden ayudar a retrasar el envejecimiento natural y prevenir varios problemas de la piel. Comienza con estos cinco consejos prácticos.
1. Protégete del sol
Una de las formas más importantes de cuidar tu piel es protegerla del sol. Toda una vida de exposición al sol puede causar arrugas, manchas de la edad y otros problemas de la piel, además de aumentar el riesgo de cáncer de piel. Para la protección solar más completa: Usa bloqueador solar. Use un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 50. Aplique protector solar generosamente y vuelva a aplicarlo cada dos horas, o con más frecuencia si está nadando o transpirando. Buscar la sombra. Evite el sol entre las 10 a. m. y las 4 p.m., cuando los rayos del sol son más fuertes.
2. No fumes
Fumar envejece la piel y contribuye a la formación de arrugas. Fumar estrecha los diminutos vasos sanguíneos en las capas más externas de la piel, lo que disminuye el flujo sanguíneo y hace que la piel se vuelva más pálida. Esto también agota la piel de oxígeno y nutrientes que son importantes para la salud de la piel. Fumar también daña el colágeno y la elastina, las fibras que le dan fuerza y elasticidad a la piel. Además, las expresiones faciales repetitivas que haces cuando fumas, como fruncir los labios al inhalar y entrecerrar los ojos para evitar la entrada de humo, pueden contribuir a la formación de arrugas. Además, fumar aumenta el riesgo de cáncer de piel de células escamosas. Si fuma, la mejor manera de proteger su piel es dejar de hacerlo. Pídele a tu médico consejos o tratamientos que te ayuden a dejar de fumar.
3. Trata tu piel con delicadeza
La limpieza y el afeitado diarios pueden afectar tu piel. Para mantenerlo suave: Limite el tiempo del baño. El agua caliente y las duchas o baños prolongados eliminan la grasa de la piel. Limite el tiempo de su baño o ducha y use agua tibia, en lugar de agua caliente. Evite los jabones fuertes. Los jabones y detergentes fuertes pueden quitar la grasa de la piel. En su lugar, elija limpiadores suaves. Aféitate con cuidado. Para proteger y lubricar su piel, aplique crema, loción o gel de afeitar antes de afeitarse. Para un afeitado más apurado, utilice una navaja limpia y afilada. Afeita en la dirección en que crece el vello, no en contra. Seque. Después de lavarse o bañarse, séquese la piel con palmaditas suaves o séquela con una toalla para que quede algo de humedad en la piel. Hidratar la piel seca. Si tu piel es seca o incluso grasa, usa una crema hidratante que se adapte a tu tipo de piel.
4. Lleva una dieta saludable
Una dieta saludable puede ayudarlo a verse y sentirse lo mejor posible. Coma muchas frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. La asociación entre la dieta y el acné no está clara, pero algunas investigaciones sugieren que una dieta rica en aceite de pescado o suplementos de aceite de pescado y baja en grasas no saludables y carbohidratos procesados o refinados podría promover una piel más joven. Beber mucha agua ayuda a mantener la piel hidratada.
5. Manejar el estrés
El estrés descontrolado puede hacer que su piel se vuelva más sensible y desencadenar brotes de acné y otros problemas de la piel. Para fomentar una piel saludable y un estado mental saludable, tome medidas para controlar su estrés. Duerma lo suficiente, establezca límites razonables, reduzca su lista de tareas pendientes y tómese el tiempo para hacer las cosas que disfruta. Los resultados pueden ser más dramáticos de lo que esperas.